Cómo lidian los venezolanos con el desconcertante plan económico de Maduro
Venezuela comenzó el martes a vivir una devaluación de la moneda del 95% y un régimen de controles económicos que, después de años de hambre e hiperinflación, fue recibido como un fastidio más que un cataclismo.
Venezuela comenzó el martes a vivir una devaluación de la moneda del 95 por ciento y un régimen de controles económicos que, después de años de hambre e hiperinflación, fue recibido como un fastidio más que un cataclismo.
Caracas volvió al trabajo después de un fin de semana largo -por el lunes decretado como no laborable- en el que el presidente Nicolás Maduro anunció la devaluación y un aumento del salario mínimo de más de 3.000%. Las decisiones fueron una aceptación tácita del ubicuo tipo de cambio del mercado negro y el acompañamiento del lanzamiento de nuevos billetes que eliminaron cinco ceros a la moneda, lo que dejó en evidencia cómo la inflación hizo que el viejo dinero prácticamente no tuviera sentido. Muchos venezolanos esperaron fuera de los bancos para tener en sus manos los nuevos bolívares soberanos después de meses de vivir casi sin efectivo.
Jimmy Lugo, de 39 años, operador de maquinaria pesada dijo, mientras esperaba utilizar un cajero automático en el centro de la ciudad, que estaba pagando un recargo de hasta un 500% por la moneda de curso legal, de la que depende para el pasaje del autobús. Aunque dudaba de que el último paquete económico pudiera poner más comida en su mesa, esperaba que al menos trajera alivio temporal, ya que es improbable que el autocrático Maduro deje el poder por cuenta propia. "Este es el único barco que hay: o flota, o todos nos hundimos", dijo Lugo después de recoger su dinero.
Sin embargo, muchos temen que las reformas hundan aún más a una nación que ya está muy maltrecha. La inflación supera el 100.000%, los alimentos y las medicinas son escasos y los ciudadanos están huyendo en masa hacia los países vecinos. Algunos han sido recibidos con violencia.
El valor del bolívar soberano estará vinculado a una criptomoneda, que se cree que es la primera vez que un gobierno intenta algo así. El petro está respaldado por petróleo, y el gobierno fija su valor en US$60, o 3.600 bolívares soberanos. El petro fluctuará y se usará para fijar los precios de los bienes. Sin embargo, la criptomoneda no se negocia en ningún mercado en funcionamiento, escribió el lunes en una nota a los clientes Francisco Rodríguez, economista jefe de Torino Capital.
Los políticos y sindicatos de oposición convocaron una huelga para el martes, diciendo que la devaluación agudizaría los problemas.
El plan de Maduro está "marcado por inconsistencias" y "carece de detalles, lo que sugiere que cualquier intento por estabilizar la economía comenzaría a enfrentar enormes problemas de credibilidad", escribió Rodríguez, de Torino Capital, informaron desde Perfil.
Las firmas privadas están "en serio riesgo de quiebra debido a la forma en que se están implementando las medidas", señaló el lunes en un comunicado Fedecámaras, la principal cámara empresarial del país. Los anuncios del presidente fomentan la "incertidumbre, son improvisados y no debatidos, y no se están comunicando correctamente".